- Área: 14400 m²
- Año: 2011
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Fotografías:Aitor Ortiz
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Proveedores: BANDALUX, Parklex Prodema, Pontarolo Engineering
Descripción enviada por el equipo del proyecto. Las nuevas oficinas del Grupo IDOM están ubicadas en el antiguo depósito fiscal del canal de Deusto, en Bilbao. Cuenta con 14.400 metros cuadrados destinados a oficinas, áreas de investigación y desarrollo como la sala blanca y el taller de prototipos, y espacios sociales.
Exteriormente, y desde la primera idea, el diseño se ha desarrollado a partir de la forma de ocupación de la cubierta, que se llenó con los bienes que se almacenaban en el edificio. Se ha diseñado una alfombra verde imaginaria como si simplemente se colocara sobre el techo, ocultando todas las unidades de aire acondicionado que en la mayoría de los edificios de oficinas son visibles, con el consiguiente impacto sonoro y visual. Cierta topografía surge como resultado de la adaptación de la "alfombra" en las máquinas. Pliegues y superficies que asemejan una colina sobre la que pasear en los momentos de relax y conversación con los compañeros, pues es la planta sobre la que se plantea el área de descanso del edificio. La parte plana de la "moqueta" es de césped natural. Por motivos de mantenimiento y peso, la parte que cubre la maquinaria, la plegada, es césped artificial.
Queríamos dar a las fachadas un diseño que protegiera mucho del sol pero que no comprometiera la vista desde el interior y que nos ayudara a controlar la radiación solar y por tanto el gasto energético. Así que recurrimos a unos "brise soleil" cuyo diseño surge como una extensión imaginaria de la alfombra del techo como algo que se ha tensado sobre las fachadas y se "pliega" en sus singularidades: un balcón existente frente al canal, la entrada, puntos de acceso para bomberos por la fachada y otros espacios singulares.
Durante el proceso de diseño desarrollamos varias propuestas. Finalmente nos decidimos por una solución horizontal que tuviera el equilibrio óptimo entre estética, coste y mantenimiento: perfiles de aluminio extruido soportados por perfiles de acero HEA con tornillería de acero inoxidable AISI 316. La envolvente del edificio se resuelve con composite de aluminio y lana de roca en las partes ciegas y con vidrio de altas prestaciones en un muro cortina de entramado de aluminio en los espacios entre pilares. Entre los carriles de listones y la fachada se ha diseñado una plataforma para la limpieza exterior del vidrio.
En el interior, el diseño combina elementos existentes con otros nuevos. Las grandes vigas de la estructura original (almacén portuario) quedan descubiertas en la mayor parte de las plantas. Los huecos utilizados por los antiguos ascensores para coches que subían la carga hasta la azotea son ahora ocupados por una espléndida escalera principal y ascensores acristalados que ofrecerán vistas tanto a las oficinas como al canal. En el último piso de la torre, donde antes se encerraba la ruidosa maquinaria de los montacoches, ahora hay una biblioteca, un espacio para que las ideas fluyan en silencio.
En la planta baja fue necesario eliminar 3 pilares para albergar una sala de exposiciones de 400 metros cuadrados. Tres marcos de descarga, de gran altura en su centro, determinan el diseño de la sala: un revestimiento continuo de madera sobre suelos, paredes y techos, que se adapta a la forma de las vigas de descarga a través de una geometría de ecos marinos, como el casco de un bote.
El edificio cuenta con innovadoras medidas de eficiencia energética: grifería y equipamiento sanitario de muy bajo consumo; tanques de almacenamiento de agua de lluvia en el techo, debajo del césped, para el riego automático del jardín; sistemas de regulación automática de iluminación, listones de protección solar en fachada, paneles fotovoltaicos en la cubierta de la torre y sistemas únicos de difusión por movimiento y climatización por agua. Para este último se han diseñado e instalado haces de diferentes colores que redondean la climatización y la iluminación en un único elemento: las vigas frías. Se estima que estas medidas supondrán un ahorro energético cercano al 60%, respecto al consumo normal de un edificio similar.
La cubierta verde aporta una serie de beneficios adicionales que repercuten en el entorno urbano cercano como la reducción del efecto isla de calor, actuando como elemento absorbente de ruido y CO2 gracias a su vegetación. También, la posibilidad de retener agua que, acumulada en un depósito de escorrentía en planta baja, contribuye al control del agua en épocas de tormenta o lluvias intensas.
Las vigas frías integran baterías de agua, lámparas y sensores de iluminación y se instalan entre las grandes vigas existentes, que al estar descubiertas aprovechan su inercia dada por su gran masa para mitigar las diferencias de temperatura entre el día y la noche, cuando el sistema HVAC está apagado o encendido. El HVAC funciona con el agua que alimenta las baterías sin partes mecánicas. Ayuda a crear un sistema eficaz y duradero, que requiere un mantenimiento mínimo. El sistema de difusión para la ventilación es un desplazamiento por el que el aire sale del suelo, a muy baja velocidad, y sube, al calentarse, hacia el techo donde entra en contacto con las baterías y luego desciende por convección natural. Una instalación sin corrientes de aire, muy cómoda y silenciosa.
El color de las vigas contribuye a hacer más amable el espacio de trabajo, alejado de los techos monocromáticos habituales en los espacios abiertos de oficinas, y más cercano a la vibración cromática de los colores verdes y ocres que se perciben al sentarse bajo un árbol.
En el perímetro del edificio, las zonas anexas a la fachada, paredes y techos se han pintado de color gris antracita para atenuar el exceso de luz natural. El interior se ha dejado teñido de color blanco, color que tenía la estructura existente, que se deja en bruto, descubierta.
Un objetivo importante del proyecto era crear un espacio de trabajo amplio y diáfano, con una gran comunicación visual entre y dentro de los departamentos, sin barreras entre los diferentes niveles de función y pertenencia a la firma IDOM. En el centro de las plantas, un vestíbulo sirve en unos casos para establecer una zona de secretarias y en otros, zona de estar para hablar por teléfono sin molestar a otros compañeros.
Se han planificado muy pocas oficinas, pero muchas salas de reuniones y trabajo en equipo. Para evitar la creación de barreras psicológicas entre las salas de oficina y las áreas abiertas, no planificamos mamparas convencionales con vidrio y puerta fijos, sino mamparas corredizas de tres vidrios que permiten que 2/3 del frente de la oficina esté abierto hacia el área de trabajo.
Ruido y espacios abiertos de trabajo suelen ser sinónimos, por lo que prestamos especial atención a las superficies de absorción acústica: en el suelo, una moqueta de última generación de 6,6 fibras; en el frente de las mesas, placas perforadas con lana de roca y en techos, las vigas frías tienen un revestimiento diseñado con velo fonoabsorbente y placas perforadas para que su posición entre las vigas existentes sirva de trampa acústica.
Esta estrategia se repite en las salas de visitas, donde se diseñó un revestimiento de paredes de lana de roca, velo absorbente y placas perforadas de bicromato electrogalvanizado, acabado industrial utilizado para fabricar filtros y tamices.
El suelo del sótano, que antes no tenía el edificio, está por debajo del nivel de la bajamar del canal de Deusto. Para asegurar la adecuada ventilación de algunos muros, y minimizar los problemas de filtraciones y humedades, los pilares – cimientos se cubren con malla de camuflaje.
